Hoy he ido a misa porque ha hecho 6 años que se murió mi abuelo Ricardo. Sólo voy a misa los dias 20 (aunque a veces no puedo), y lo hago como un homenaje a mi abuelo. De pequeña, cuando me quedaba a dormir en su casa, me gustaba levantarme por la mañana temprano para ir con él a misa, y a la vuelta parábamos en una confitería que hay cerca de su casa y me compraba un paquete de donuts de chocolate para desayunar y un batido Puleva. Sé que suena mal que yo lo diga, pero creo que yo era su nieta favorita... Siempre jugaba conmigo a quitarme la nariz, me enseñó a jugar al ajedrez, al dominó, a hacer grullas de papel, y me ayudaba con los autodefinidos cuando me quedaban huecos en blanco y no sabía qué palabras poner. Además, cuando me peleaba con mi hermano casi siempre me defendía a mí.

Siempre he admirado mucho a mi abuelo, era muy inteligente y muy tranquilo. Le encantaba hacer puzzles, dar de comer a las palomas (guardaba el pan duro, y se bajaba a la plaza), leer, la papiroflexia, echarse la siesta en su sillon despues de comer (más bien dar cabezadas...), escuchar los partidos de futbol por su radio, comer con la familia los domingos, ...

Lo echo mucho de menos, y me da mucha rabia pensar en la de cosas que se ha perdido. Habría alucinado con internet, seguro que le hubiera encantado aprender a usarlo. También le habría gustado vivir el cambio al euro, y por qué no, la boda del príncipe...

Para terminar el post voy a poner una poesía que me decía siempre:

Un beso, abuelo Ricardo.